lunes, 9 de diciembre de 2013

Una protección que salva vidas

Hoy vamos a hablar del collarín, tanto de portero como de jugador.
El collarín es una parte de la protección que aunque no sea obligatoria a partir de cierta edad, todo jugador debería de llevar por la función que tiene, impedir que nos puedan cortar la yugular o cualquier otra parte del cuello. Esta protección en múltiples ocasiones ha salvado vidas no tan agraciadas como las que han sufrido este tipo de lesión tan desagradable (para el que quiera conocer algún caso de supervivencia a este tipo de lesiones puede buscar por el portero Clint Malarchuk).

Bueno una vez que ya sabemos cual es la función de esta protección entraremos a contar como esta pensada a la hora de su diseño.

Tenemos dos tipos de collarines: el de jugador y el de portero.



El collarín del jugador es una tira de material textil gruesa y con forma anatómica para que moleste lo menos posible la cual lleva en sus extremos unas tiras de velcro para su unión y ajuste. El collarín debe de estar homologado y pasar unos controles para asegurar que cumple con su función de forma correcta.





El collarín de portero, es una variación del de jugador pero con una mayor superficie de protección, en su parte superior es como el de jugador pero a este modelo lo que se le añade es una especie de continuación hacia los laterales y el pecho, ayudando así a amortiguar también a la hora de los impactos del puck contra el pecho del portero. Además al ir por debajo asegura que el collarín tiene muy pocas probabilidades de moverse de su sitio o de caerse debido a los bruscos movimientos de los porteros.

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